jueves, 4 de junio de 2009

EJEMPLO DE UN DIAGNOSTICO GRUPAL

El diagnostico es de suma importancia ya que permite conocer las características de los niños, sus fortalezas y debilidades, entender el porqué de sus acciones y lo más importante, lo que quieren y necesitan para lograr el desarrollo integran de sus capacidades. Todo ello es básico retomar en la intervención educativa porque constituye el punto de partida de la planeación, toma de decisiones y adecuaciones que están encaminadas satisfacer las necesidades de los educandos y fortalecer todo lo que como miembros de un grupo e individuos poseen.

El grupo en el que realizo mi práctica es de 2º grado; a estos niños les gusta mucho jugar como a todo niño, estar muy activos (movimiento), manipular y el medio en el que se desenvuelven les posibilita hacerlo, también a mucho les gusta observar y para que su atención sea más en este sentido son importantes las imágenes grandes, llamativas y coloridas, pero sobre todo que puedan ser interpretadas o comprendidas por ellos. Sin embargo algo que afecta dentro de y en el grupo en general es que no han aprendido a escuchar y si las actividades son muy activas fuera o dentro del aula los niños tienden a dispersarse mucho al igual que su atención. Esto es importante de saber ya al detectarlo se pueden diseñar estrategias de intervención que ayuden a que el niño vaya centrando su atención y que la actividad sea significativa para ellos y tenga verdaderos aprendizajes, lo que me hace recordar al autor Fernando Savater que menciona que “la escuela también debe fomentar la pasión por el conocimiento, y para ello puede aprovechar la curiosidad de los niños…”[1] , por lo que debemos jerarquizar y hacer que lo importante de aprender (necesidad de los niños) sea interesante para ellos mostrárselo con otra perspectiva que le permita potencializar su pasión por aprender de una forma agradable, es decir, el problema del maestro no es despertar la curiosidad por que el niño ya la tiene, o aumentar la información, sino suprimir la información falsa, superficial y profundizar en los saberes que ya tiene pero siempre permitiendo la exploración, comprobación de su teoría, etc., que hará que se convierta en un verdadero aprendizaje. En este aspecto que considero un reto (mantener la atención y desarrollar la capacidad de escucha) durante la jornada fui utilizando algunos objetos como mediadores que me ayudarán a mantener la atención e interés de los niños (títere, semáforo…), así mismo algo que me fue funcional fue el hecho de ser mas expresiva (gesticulaciones, expresión corporal, tono de voz…) y mostrarme interesada y segura porque los niños identifican cuando estas nerviosa, triste, enojada, etc., y eso puede influir en la actitud o forma de responder de los niños a las diferentes situaciones, por ello es importante además de lo mencionado tener en cuenta que, los niños poseen notables habilidades para percibir las acciones y expresiones de otras personas.

Su forma de aprendizaje puedo decir que es el visual en gran porcentaje, al igual que el kinestésico y un menor porcentaje auditivos que necesitan de indicaciones verbales para que realicen las actividades. En cuanto a los ritmos de aprendizaje es normal aunque hay algunos que se tardan más en realizar las actividades o comprender lo que tienen que hacer, pero en general es semejante. Aunque a muchos que son de estilo kinestesico o visual les cuenta mucho las actividades que necesitan de atención o escucha.
Estos ritmos y estilos deben de ser retomados al momento de planear y sobre todo de dar las indicaciones para que exista atención a los 3 estilos y dentro de las actividades hacer pequeñas adecuaciones solamente, ya que no significa planear una actividad para cada estilo o ritmo. Todo esto es parte de la atención a la diversidad como menciona el PEP 04 y en la lectura hacia una educación en la diversidad (Olga María Alegre de la Rosa), ya que el reto, es aceptar la diversidad que tenemos y actuar con base a esas diferencias aprovechándolas para potencial los aprendizajes y desarrollo de competencias y no sentenciándolas.
Los niños del grupo, se motivan mediante las actividades que son nuevas para ellos y que atiendan a sus intereses y necesidades, también mediante los halagos de la docente u otras personas o las acciones; es decir, la actitud positiva que es básica en todo docente. Por ello, es clave el diagnóstico que nos permita reconocer y partir de lo que saben y lo que les falta por lo que menciono los aspectos observados dentro de los diferentes campos.

En el campo de desarrollo físico y salud pude observar que no tienen mucho problema ya que en las actividades que realice me di cuenta de que los niños saben y pueden reptar, saltar, correr, manipular, caminar en puntas, talones, agacharse, tienen equilibrio…, solo algunos presentan una mínima dificultad . Presentan más dificultad en cuento a los patrones básicos de locomoción como el lanzar que pude observarlo en el tiro al blanco. Algunos de los niños tienen un buen desarrollo en los componentes perceptivos motrices, aunque, la temporalidad no está bien establecida ya que confunden el ayer, mañana y el hoy; en cuanto a la espacialidad les cuesta ubicarse porque no delimitan el espacio. Reconocen lo que es adentro, fuera, a los lados. Dentro de lo que corresponde a la lateralidad y direccionalidad también les falta desarrollar estas capacidades (derecha, izquierda, etc.,), característica entendible pues están en proceso de desarrollo, al igual que en su motricidad fina, en los cuales influye mucho la estimulación, así como su desarrollo madurativo por lo que se debe empezar por la motricidad gruesa hasta poco a poco habilitar y llegar a los movimiento finos que aun no han desarrollado. Así mismo se debe a las capacidades perceptivas las cuales inhiben o incrementan significativamente la realización de movimientos del niño, esto pude observarlo por ejemplo en el taller de danza. Por ello debemos brindar experiencias de aprendizaje motor y perceptivo para que sea mayor su oportunidad de hacer las “correspondencia perceptivo-motoras” y desarrollar una plasticidad de respuesta a las diferentes situaciones de movimiento.
Los niños prefieren los juegos que exigen movimiento, actividad como las correteadas, futbol y otras en las que puedan manipular e imaginar (también les agrada) como en la actividad que realice sobre el viaje en avión en donde estuvieron atentos y les agrado mucho. También reconocen e identifican las partes de su cuerpo que es parte de su reconocimiento como persona e identidad; sin embargo no identifican con exactitud los cambios en su cuerpo. Por todo ello, si bien es cierto que los niños siguen un patrón de desarrollo, también es cierto que todos tienen ritmos diferentes pero universalmente pasaran por diversos estadios que les ayudarán a desarrollarse y adquirir todas las habilidades básicas para su posterior desarrollo; es aquí donde además de el entorno la educadora juega un papel importante para su desarrollo en este y los demás campos.

En el aspecto social pude identificar que se relacionan con sus compañeros, la educadora (son sociables), les gusta mucho platicar con sus compañeros sobre todo cuando la actividad es atractiva o se relaciona con algunas experiencias que han tenido (relacionan con su vida cotidiana), sin embargo aun son muy egocéntricos (característica espontánea) lo que en ocasiones dificulta el trabajo en equipo, el compartir material o experiencias con los demás; esta característica es comprensible ya que a esta edad los niños suelen preocuparse solo por ellos y no por los demás, el centro de todo es el “yo”. Aun así empiezan a desarrollar sus habilidades sociales y el aula constituye un espacio que posibilita la socialización y el conocimiento y reconocimiento de los demás y del “yo” como miembro de un grupo; y que al ser “la socialización un proceso interactivo, necesario al niño y al grupo social donde se desenvuelve…”[2] va asimilando y regulando su actuación. También pude observar que generalmente muestran mayor afecto a los niños que son del mismo sexo ya que tiene afinidad en cuanto al tipo de juegos además de que la ideología también influye ya que en la comunidad aun prevalece el machismo y está muy marcado los roles que cada uno de los géneros tiene.
[1] SEP (1998), “El valor de educar: opinión de Fernando Savater”, en Transformar nuestra escuela, año 1, núm. 2, junio, México, p. 11.
[2] López, Félix (1995), “Desarrollo social y de la personalidad”, en Jesús Palacios, Desarrollo psicológico y educación. Pp. 100.


El lenguaje, como sabemos y el desarrollo de las habilidades en él, tienen mucho que ver con los intercambios en los que los niños participan así como lo que el contexto les ofrece (Vigotsky), lo que escuchan y que va de acuerdo a sus experiencias, así mismo esta permeado por su etapa de desarrollo. Por esto, los niños del grupo se encuentran en su mayoría bien en cuanto a la fonología de las palabras, léxico, pero si hay casos en los que aun no se les entiende lo que dicen y otra minoría que aún presentan problemas de pronunciación de las vibrantes como la “r y rr” pero que es comprensible ya que el dominio de las mismas se alcanza aproximadamente hasta los 7 años; en cuando a las demás ya la pronunciación es correcta. Esto es importante tomarlo en cuenta porque es un proceso que debemos apoyar ya que “… los niños utilizan el lenguaje sin haber adquirido aún una correcta pronunciación de todos los sonidos del mismo, y tiene lugar gracias al despliegue de unos procesos de simplificación del habla”[1].Aquí es importante resaltar que la interacción es un medio fundamental y relevante para la adquisición y desarrollo del lenguaje para que los niños mejoren. Así mismo los niños comienzan a diferenciar los números de las letras y algunos ya las reconocen y utilizan. En general los niños ya van estructurando mejor sus oraciones, tienen coherencia aunque aún faltan los conectores en las oraciones y también la comprensión en algunos cuestionamientos ya que aún no responden lo que se le pregunta; son capaces de mantener una conversación corta, aún no logran argumentar o explicar aspectos precisos; casi siempre responden más a preguntas más pequeñas o específicas, para ello es importante tener en cuenta el tipo de pregunta que hacemos a los niños para que pueden comprender, responder y evidenciar sus saberes. Muestran interés por los textos escritos pero en las actividades que se les presentan para lenguaje escrito muchos se sienten inseguros y mencionan que no saben escribir pero no en su mayoría ya que escriben como pueden hacerlo, esto es porque tienen la oportunidad y le dan un significado a las grafías y también es por ello importante que los demás lo haga para que se sienta motivado y no vea este aprendizaje como algo martirizante sino que le encuentre el gusto y vean que es parte de lo que utiliza para expresarse al igual que el lenguaje oral. Sin embargo no es cuestión de enseñarles a escribir sino que interesarlos y no anticiparnos a la maduración intelectual.

Por último, en el campo cognitivo los niños están casi en el mismo nivel, han adquirido las nociones de medida como medición (largo, corto –medidas no convencionales-), también comienzan con el conteo oral (técnica para contar), es decir recitan los números de memoria pero poco a poco comienzan a comprender como están organizados, ya que “con la experiencia, los niños aprenden a usar su representación mental de la serie numérica con mas elaboración y flexibilidad…”[2]. Así mismo como menciona Baroody y pude observarlo los niños omiten algunos números pero eso indica que no solo se limitan a imitar a loa adultos, sino que tratan de construir sus propios sistemas de reglas aunque en su mayoría saben de memoria hasta el 10 aun no los reconocen gráficamente., no tienen tampoco bien establecido el principio de cardinalidad (cantidad o valor) y ordinalidad (orden) y no todos realizan la correspondencia uno a uno. También comienzan con la utilización del número aunque sabemos que esto lo tienen presente dentro de su vida cotidiana. Los niños también construyen sus conceptos como el de medición que lo realizaron en una actividad, les gusta experimentar, formulan sus hipótesis, observan, explican, formulan preguntas cortas y resuelven problemas como en la actividad en donde se perdieron en la selva y tuvieron que buscar una solución para regresar, sin embargo a la mayoría les cuesta buscar soluciones o tomar decisiones porque son muy dependientes y al requerir una serie de acciones para solucionarlo no se sienten seguros, por ello es importante potenciar este aspecto tomando en cuenta las experiencias de los niños y sus conocimientos para plantear retos pero que puedan ser resueltos (utilicen lo aprendido).

Todo esto, es importante ya que el diagnostico además de lo antes ya mencionado forma una parte fundamental de la intervención pedagógica que a su vez permite la interpretación de la realidad en la que se encuentra inmerso el individuo. Así mismo el diagnóstico me permite observar, significar y resinificar mi práctica. Con todo esto me voy dando cuenta de que es de vital importancia el reflexionar para valorar mis intervenciones e identificar fortalezas, debilidades y poner en práctica la reconstrucción de la misma.

Algo que apoyo mucho mis intervenciones fue darme cuenta de que siempre decirnos atender a la diversidad pero no la tomamos muy en cuenta , bueno en lo personal, y me ayudo mucho darme cuenta de que los niños son distintos y por ello responden de forma diferente y por ende aprender con ellos, conocerlos e intervenir; que la planeación “… sirve como instrumento o recurso que da seguridad y confianza, en el sentido de que permite seguir una línea coherente…” [3] pero que debe ser flexible para no convertirse en una tortura y que no sea más que el reflejo de mi actuación fallida porque no supe como adecuarla, porque ahora estoy mucho más segura de que lo que hoy puede ser una debilidad mañana lo hare una fortaleza, porque “…si bien es cierto que siempre hay aspectos de los problemas que no pueden resolverse, el hecho de que exista un obstáculo no significa que el problema sea irresoluble”[4]
[1] González Cuenca Antonia M. (1995), “El desarrollo del lenguaje: nivel fonológico”, en Antonia M. González Cuenca , Psicología del desarrollo. Pp. 80.
[2] Baroody, Arthur J. (1997), “Técnicas para contar”, en El pensamiento matemático de los niños. Pp. 90
[3] Aquino, Mirtha G. )1999), “La planificación de la acción educativa. Supuestos y problemas”, en 0 a 5. Pp. 52
[4] Dean, Joan (1993), “El rol del maestro”, en La organización del aprendizaje en la educación primaria. Pp. 84.

RECUPERACIÓN DE LAS CARACTERISTICAS SOCIALES PARA LA PRÁCTICA EDUCATIVA



Al entrevistar a los padres del grupo, descubrí que la mayoría de las madres se dedican al hogar, es decir, el fenómeno social de la incorporación de la mujer en el campo laboral aun no impacta en la comunidad de San Bartolo Cuautlalpan, así que recuperando la disposición del tiempo que tienen las madres de familia para asistir al jardín, planifiqué una matrogimnasia, actividad que además sirvió como despunte para superar uno de los retos que me plantee para la jornada, el cual fue el establecimiento de trabajo y comunicación con los padres, bajo el propósito de que los niños pusieran en juego sus patrones motrices básicos a lado de sus madres para identificar también el tipo de comunicación y de relación que establecen con ellas.


La actividad inició concentrados todos en el aula, y para inicia la les comenté a las mamás sobre la importancia que tenía para mi su participación y seguramente aun más para los niños, también recordé el propósito central de mi estancia en grupo y pedí se divirtieran mucho con sus hijos.

Durante el desarrollo de todas las actividades físicas hubo mucha disposición por parte de las mamás y de los niños, y para cerrar la matrogimnasia…

(Aquí una parte de mi diario de intervención de esta actividad pensada para los niños y las madres, en apoyo a mis necesidades como docente en formación y utilizando como herramienta principal la contextualización sociocultural como punto de partida para el diseño de acciones pedagógicas)


… Sentadas junto a sus hijos, expliqué a las mamás la actividad que seguía, la cuál consistió en entregar las cartas que ayer hicieron los niños donde les informaban lo que habían aprendido durante el tiempo que trabajé con ellos, y ahora ellas debían preguntar a sus pequeños “¿Qué aprendiste?” y escribir lo que los niños comentaran. Durante este tiempo de socialización pude observar que algunas tuvieron dificultad para establecer comunicación con sus hijos y se limitaron a escribir dos o tres líneas y esperar a que los demás terminaran como la mamá de Jhovany, la mamá de Erika quien se mostraba un poco impaciente por terminar y la mamá de Lupita, pues su niña más pequeña le solicitaba atención. Claro que también hubo quienes se extendieron narrando lo que habían hecho como Adriana, Víctor Hugo, Lizeth, Aida y Jesús Tovar (quien continuó con la idea de escribirles una carta a sus papás dictándosela a su tía, ya que ella fue en reemplazo de los mismos).

Tuve grandes sorpresas al leer lo que las mamás escribieron, pues entre algunos encontré referencias de los acuerdos que se tomaron inicialmente, los nombres de los diferentes animales con los que trabajaron, sus características físicas, de hábitat y alimentación, en particular Víctor Hugo argumentó que los clasificaron porque no son iguales, y las diferencias que tenían los de cada clasificación, algunos también recordaron la clase de educación física, el cuento de la gallinita roja, entre otras actividades que hicimos durante estos días.

Lo que más me sorprendió y que habla de los intereses del grupo es que la mayoría de los niños comenta sobre la carta que hicieron a sus padres, para lo cual estoy segura que llegó el momento de estimular la actividad de unos y provocar a otros para la aportación de todos para la elaboración de textos, animando cada descubrimientos y repartiendo tareas de acuerdo con las posibilidades individuales y explotar la necesidad natural de comunicación y curiosidad en los pequeños para iniciarlos en la escritura.